sábado, 17 de mayo de 2014

El puerto de Emboriós. Halki


Emboriós, el puerto de Halki, frente al Campanario.


Emboriós, Εμποριός. Xάλκη


Buenos días. Decía en el capítulo dedicado a Xάλκη, Halki (pro. Jalki) en el otro blog, que era la isla más pequeña de las habitadas del Dodecaneso, con cuatrocientos y pico habitantes, pero esto es verdad sólo a medias. Hay varios islotes habitados más pequeños, por ejemplo algunos de los que rodean Leros, y otros. Sólo que dependen de las islas más grande, no tienen ayuntamiento, pertenecen a las islas de referencia desde donde se administran. Pero Jalki sí es la más pequeña, en tamaño no en habitantes (Psérimos, más grande, no llega a 130), de las que cuentan con municipalidad propia.

Jalki está rodeada de un pequeño archipiélago que la protege y esconde un poco, aunque es la más alta del conjunto y se ve bien desde la costa oeste de Rodas donde está situada, a tres millas más o menos.
Alimiá, Αλιμιά, es la más grande de ese grupo después de Jalki, y a ella dedico también algunos párrafos al final de ese capítulo. En tiempos estuvo habitada, de hecho, casi ininterrumpidamente, hasta la 2ª Guerra Mundial, y tiene todavía los restos de una fortaleza de los Caballeros de Rodas, como su hermana mayor, y las ruinas de las casas del pueblo, con unas pinturas con su curiosa historia, que dejaron los alemanes cuando la ocuparon hasta el final de la guerra. Su bahía, muy protegida e interior, preciosa a juzgar por las fotos, ha servida de refugio a todas las flotas que surcaron estas aguas.

La bahía de Emboriós, el puerto y único pueblo habitado de la isla, al sureste, está más abierta y menos protegida que la de Alimiá, y es más pequeña, aunque una isla en la entrada sirve de contención a los mares más violentos del invierno. En el fondo, otra concha como tantas de estas islas, se sitúa el puerto y sobre él el caserío enmarcado por pequeñas montañas secas y peladas. Las casas tienen parecido con las de Symi, neoclásicas y coloristas, aunque el pueblo es mucho más pequeño y modesto. Sus habitantes también se dedicaron hasta el S. XIX a la pesca de esponjas y emigraron a Florida cuando el negocio se hundió.

El puerto es modesto, aunque grande para el tamaño y actividad de la isla: sólo una barra ancha y cuadrada donde amarran los ferris y, a ambos lados, el muelle que recorre toda la extensión del pueblo, como en Symi. No son las únicas coincidencias las casas y la forma general del puerto, también tiene su Torre del Reloj que, junto al hermoso campanario, al borde de los muelles, realzan la belleza de éstos y del pueblo en general. Sobre la colina de Emboriós se alzan tres molinos de viento en desuso con nombres propios.
Desde Rodas hay excursiones en caique y un transbordador en el puerto rodio de Skala Kamirou que comunica las dos islas.

El tamaño de Jalki permite también periplos por la isla a pie. La miel y el souma, un licor típico de más islas, a los que se dedica un festival anual, son sus productos estrella. La actividad se reduce al pastoreo de cabras y ovejas, y a la pesca, sus quehaceres tradicionales. Y ahora el turismo, pues cuenta con suficientes plazas hoteleras y tabernas donde degustar sus pescados y sus asados.

Δωδεκάνησα. Dodecaneso.  Οι κοντραμπατζήδες.  Los contrabandistas. 


Pantalán en el puerto de Emboriós. Halki.

Aquí lo dejo. Espero que alguno de vosotros tenga la suerte de pasar sus vacaciones en un lugar tan tranquilo y bien servido como Jalki, rodeado de islotes con hermosas playas de arena donde ir en barkula, y tan próximo al mismo tiempo a Rodas, que permite visitar en una sola jornada algo de la isla estrella y capital del archipiélago. O por lo menos darse un pequeño garbeo de un par de días desde Skala Kamirou.

Me despido con una canción de los pescadores de esponjas de Halki. .

Κώστας Κοντός. Δωδεκάνησα.  Της Μπαρμπαριάς τα κύματα.


Salud y buenos vientos.

Barbarómiros

sábado, 10 de mayo de 2014

El puerto de Gyalós. Symi


La Torre del Reloj dividiendo en dos el puerto de Gyalós.  Symi. 
Symi.  Grecia, verano 2013.

Symi


Buenos días. Symi está situada estratégicamente, cerrando el golfo de Mármaris, entre las penínsulas turcas de Datça al norte y la de Mugla al este. Dista tres millas largas de la costa de Anatolia y doce de Rodas, al sur.

Sólo unas pocas líneas para completar, con un par de fotografías, el capítulo dedicado a Symi en el otro blog.

Symi es abrupta y rocosa, con acantilados negros, carcomidos y afilados y múltiples entrantes, islotes, cabos y bahías. Durrell la comparó con una tela de araña. La araña que espera en la tela, seductora y nada peligrosa en este caso, puede muy bien ser el puerto que nos recibe al fondo de una larga bahía, de casi dos millas por una de ancha, Gialós, Γιαλός, al noreste de la isla .

En el fondo de la bahía, un gran semicírculo enmarcado por montes de caliza y las hermosas casas neoclásicas de Emboriós y de Yialós, que ascienden por las laderas hasta el pueblo superior, Ano Jora, Άνω Χώρα, se dibujan otras tres o cuatro radas más pequeñas que alargan el puerto, independizan un poco los fondeos y los atraques, y no necesitan defensas externas.
Da la impresión de que se está en un puerto de categoría por sus dimensiones. Toda la gran herradura de la bahía es un muelle seguido donde amarran cientos de barcos. De todas las categorías y dimensiones. Quizá es el puerto, junto al de Cos, donde vimos barcos más lujosos, más incluso que en Rodas. Pienso ahora si no será eso lo que le ha dado fama de cara, en especial a sus restaurantes. Quienes tienen barcos de esa categoría, pueden pagar a buen precio todas las comidas de sus vacaciones...

Las buenas condiciones del lugar explican que en los astilleros de Symi se llegaran a construir, en sus años dorados a mediados del S. XIX, cerca de 500 barcos al año. Eso, y su situación junto a Asia Menor que favoreció el comercio, tanto en los años en que la dominaron los Caballeros de Rodas, como después con los otomanos.

Symi seguramente puede presumir de tener uno de los puertos más hermosos de todo el Egeo, la belleza impresionante del lugar deja a uno sin palabras, y sus costas recortadas acogen barcos de todo el mundo, muchos de la cercana Turquía.

Σκοπός απο την Σύμη.  Νανου, παραδοσιακο Σύμης.


Symi desde el Diágoras.
A la derecha Emboriós. A la izquierda Gyalí.

Grecia, agosto 2013.

Las islas más grandes, entre una gran cantidad de islotes que la rodean son, Nimos, al noreste, protegiendo la entrada a la bahía de Yialós y separada por un poro de Symi, y Sesklí, al sur.

Y por hoy es todo.

Καιτη Κουλια.  Το Παλιο Τρεχαντηρι (Σύμη)

https://www.youtube.com/watch?v=Z94M6OvmV_E

Salud y buen rumbo


Barbarómiros

jueves, 24 de abril de 2014

El puerto de Livadia. Tilos


Livadia. Tilos.
Grecia, verano 2013.


Λιβάδια


Buenos días. Un amanecer de principios de agosto, llegamos a la cuadrada bahía de Livadia cuando el sol empezaba a dorar las colinas pardas de Tilos, Τῆλος. Veníamos del norte, de Nísyros, en el Diágoras, que atracó en la banda exterior del puerto, una barra en forma de L que, con el muelle recto del pueblo, cierra el pequeño recinto portuario.
Al regreso a Kos desde Rodas, a finales de mes, volvimos a entrar, esta vez de noche.

Tilos tiene en el mapa el aspecto de un dragoncillo rechoncho y espinoso, cada una de las espinas enmarca y da entrada a un golfo, de los que la isla está sobrada, los hay de todos los tamaños.
Después de redactar el capítulo dedicado a Tilos en los Archipiélagos del otro blog, consulté por primera vez el otro libro de Durrell donde habla del Dodecaneso, el más popular de Las islas griegas, más conocido que el que yo he citado hasta el aburrimiento en casi todos las entradas sobre el archipiélago, Reflexiones sobre una Venus marina.

En ninguno de los dos dedica una mísera línea a Tilos, y casi es mejor porque él también llegaba de Nísyros y lo que escribe de ella, tan guapa, en Las islas...,  después de hablar un poco del volcán y contar cómo Poseidón sepultó a Polivotis con la roca, es esta joya: Nísiros es un lugar deprimente con sus piedras ardientes y su ausencia de sombra, así que no sentirá usted continuar hacia Tilos...

Pero de Tilos no dice más. Es otro ejemplo de lo borde que era muchas veces el Lawrence, y hace pensar incluso en que ni siquiera pisó esas islas, o las pisó muy poco. Como en otras ocasiones, se quedaría en el barco mirándolas desde la cubierta tomándose un daikiri...

Es otra de las islas semiolvidadas, aunque no tanto como Psérimos, por ejemplo (que sin embargo dista menos de dos millas de Kos y de Kálimnos). Lo es que porque está poco habitada -800 h. aprox.- y algo alejada de las islas más grandes y turísticas. Recibe pocas visitas por eso. Sólo hay cuatro pueblos habitados y la mayoría vive en Livadia y Megalo Horió. Los otros son Éristos y Agios Andonios.

No obstante sus pequeños golfos y múltiples calas, o las islitas de Anditilos, como una lombriz alargada, al sur, y Gaidaros, el Burro, al norte, son el refugio de muchos aficionados a la vela, procedentes tanto de Kos, como de Rodas y Turquía. También atrae a ornitólogos de todo el mundo porque es lugar de paso y refugio de aves.

Παναγιώτης Μυλωνάς, Ελλήνων Παράδοση. Ο Άγιος Παντελεήμων.  
Κορίτσι ῥοδοκόκκινο, ἀπὸ τὴν Τῆλο.

https://www.youtube.com/watch?v=DkqqV_ut5Y0


Camión de patatas en el muelle Livadia esperando al  Diágoras.
Grecia, agosto 2013
.

Tilos sirvió en tiempos, como otras islas apartadas, de escondrijo de piratas en los ocultos entrantes de su costa, pero sobre todo fue diezmada por ellos en todas las etapas de su historia. Los Caballeros de Rodas la fortificaron más que a otras, quizá para protegerla en su mayor aislamiento, y quedan restos de al menos cinco fortalezas que fueron obra suya.

A pesar de su aspecto seco y desolado, parece que en el interior tiene valles húmedos y productivos. Eso les permite completar un poco los menguados beneficios de la pesca artesanal y el aún escaso turismo. Como la isla no es muy elevada, seiscientos y pico metros del Profitis Ilías, Profeta Elías, es también de las preferidas por senderistas y caminantes.

En fin, un destino para viajeros que gusten de la calma y la tranquilidad. Y, en cualquier caso, Livadia, su puerto y centro comercial, con abundantes plazas hoteleras, ofrece también suficiente atractivo diurno y nocturno, con una buen muestrario de tabernas e incluso música en directo. De sus colores vivos y sus blancos sin mácula, o del azul del cielo y el mar Egeo no será necesario decir nada... . ¿Qué más pedir?

Παναγιώτης Μυλωνάς, Ελλήνων Παράδοση. Ο Άγιος Παντελεήμων.
Μιὰ μαντινάδα θὲ νὰ πῶ.

https://www.youtube.com/watch?v=Jj3Mkb0VfOk

Salud y buen rumbo.

Barabarómiros. 

miércoles, 19 de marzo de 2014

El puerto de Lindos. Rodas.


Lindos bajo la Acrópolis.
En la  rada meridional, la playa a la derecha y el puerto a la izquierda.

Rodas. Grecia, verano 2013.


Las bahías y el puerto de Lindos


Buenos días. Ya embarcado rumbo a Nísyros, donde me entretuve algunas semanas, se me había pasado el puerto de Lindos, en Rodas, después del puertín de San Pablo, que en la fotografía está a la derecha de la Acrópolis, en su ladera sur, donde se abre también la gruta en la que se emplazaron los cañones de la película  Los cañones de Navarone, nombre de la siguiente bahía después de San Pablo, de un turquesa asombroso.

Lindos tiene al norte -ésta parte que vemos en la imagen- una gran bahía doble, muy protegida, con una única salida al mar.
En la más septentrional creo que no hay puerto, pero se ven muchos veleros fondeados, o amarrados con cabos a la rocas de la orilla. También en el de San Pablo lo vimos.

Un noventa por ciento del arco meridional lo ocupa la playa, y el resto un puerto más bien pequeño, con escaso movimiento para la importancia de Lindos. Las idas y venidas de los kaikes de turistas, que llegan desde Rodas o recalan en el periplo a la isla, pocos pescadores, fuerabordas y barkulas, y menos barcos privados, que suelen preferir el fondeo más o menos libre en cualquiera de las preciosas aguas de los alrededores. Aunque el puerto ofrece todos los servicios.

Ocupa un pequeño semicírculo muy resguardado al sureste de la bahía, próximo a la bocana, protegido por una defensa rocosa natural que es prolongación de la colina sobre la que se alza la fortaleza.
Le llamé bocana, pero no estoy seguro de que se dé ese nombre también a una salida natural al mar, puesto que la de Lindos está formada por ese espigón que acabo de describir, el de la foto, y otro parecido al norte, más largo y potente, con islotes en el extremo. La embocadura entre ambos será de unas 70/80 brazas?


La embocadura de las bahías de Lindos.
En el centro de la imagen el espigón del puerto.

Rodas.  Grecia, agosto 2013.

Como no tengo mucho con qué enrollarme y en este caso vale más una imagen, con ella y la canción de un rodio, me voy.

Σάββας Φλεβάρης, βιολί, τραγούδι.


Salud y buenos vientos.

Barabarómiros