sábado, 15 de octubre de 2011

En equipo


Ayioi Apostoli
Eubea 2010


Ahí está siempre, la marinería del Teach, ésa no falla. Preparando las redes para la siguiente jornada. Da la mismo que sea la tripulación de otro barco, que sean griegos, rusos o pakistaníes, el asunto es currar para comer, y poco más.

El Capi es dueño, capitán y marineru de su barco, no debe nada a nadie y toma el rumbo que le apetece y los vientos le permiten.  Pero el capitán de este barco, del kaíki griego o de la chalana española,  de cualquier barco, se debe a sus marineros y a su nave, incluso por encima de los abusos de un armador desaprensivo.
De lo contrario vamos camino de algún linchamiento público como katarsis. Y las posibilidades de un motín no deben descartarse. Pero colgar de una verga del palo al capitán es ruin y no soluciona el problema, sólo aliviaría momentáneamente la rabia.

¿Alguien sabe gobernar el barco mejor que él? Pues adelante. Que nadie dude que los dueños no permitirán la anarquía en sus naves, contratarán a otro aún más fiel a ellos,  peor que este. Debemos asegurarnos por eso de que  los que nos representan trabajen por el barco y la marinería y no por el armador, que es el auténtico canalla de esta historia. El que nos roba la sardina.
En equipo, y el que sabe más delante, o detrás pero enseñando el mejor rumbo a quien no lo conozca. Ya veremos cuánto aprieta el hambre. Que no se confíen los amos que nosotros ya no lo hacemos, pero no pongamos a un loco al timón, a un especialista en naufragios.

No es ningún negocio reflotar una nave  arruinada y si lo que pretenden es hundirla en una sima nos iremos todos a pique, los armadores delante con una piedra al cuello, y los capitanes.  O detrás, pero quousque fondum! (Borricus, metivisti patam...).
Salud, yia sas!

Skylorómiros.


P.D. De un poeta de los nuestros, algunos:

Consejos contra la gripe humana

No beses
si no amas.

No des la mano
si no sientes afecto.

No des la espalda
ni a tu padre.


De  ´El ladrón de peras`.
Felipe Zapico Alonso.

2 comentarios:

  1. Los armadores se arman y te beben el alma,

    yia sou!

    ResponderEliminar
  2. A mí ya no me queda de eso, y últimamente estaba esclerótica, ya no había armador capaz de tragarla sin gomitar...
    yia!

    ResponderEliminar