Emboriós, el puerto de Halki, frente al Campanario. |
Emboriós, Εμποριός. Xάλκη
Buenos días. Decía en el capítulo dedicado a Xάλκη, Halki (pro. Jalki) en el otro blog, que era la isla más pequeña de las habitadas del Dodecaneso, con cuatrocientos y pico habitantes, pero esto es verdad sólo a medias. Hay varios islotes habitados más pequeños, por ejemplo algunos de los que rodean Leros, y otros. Sólo que dependen de las islas más grande, no tienen ayuntamiento, pertenecen a las islas de referencia desde donde se administran. Pero Jalki sí es la más pequeña, en tamaño no en habitantes (Psérimos, más grande, no llega a 130), de las que cuentan con municipalidad propia.
Jalki está rodeada de un pequeño archipiélago que la protege y esconde un poco, aunque es la más alta del conjunto y se ve bien desde la costa oeste de Rodas donde está situada, a tres millas más o menos.
Alimiá, Αλιμιά, es la más grande de ese grupo después de Jalki, y a ella dedico también algunos párrafos al final de ese capítulo. En tiempos estuvo habitada, de hecho, casi ininterrumpidamente, hasta la 2ª Guerra Mundial, y tiene todavía los restos de una fortaleza de los Caballeros de Rodas, como su hermana mayor, y las ruinas de las casas del pueblo, con unas pinturas con su curiosa historia, que dejaron los alemanes cuando la ocuparon hasta el final de la guerra. Su bahía, muy protegida e interior, preciosa a juzgar por las fotos, ha servida de refugio a todas las flotas que surcaron estas aguas.
La bahía de Emboriós, el puerto y único pueblo habitado de la isla, al sureste, está más abierta y menos protegida que la de Alimiá, y es más pequeña, aunque una isla en la entrada sirve de contención a los mares más violentos del invierno. En el fondo, otra concha como tantas de estas islas, se sitúa el puerto y sobre él el caserío enmarcado por pequeñas montañas secas y peladas. Las casas tienen parecido con las de Symi, neoclásicas y coloristas, aunque el pueblo es mucho más pequeño y modesto. Sus habitantes también se dedicaron hasta el S. XIX a la pesca de esponjas y emigraron a Florida cuando el negocio se hundió.
El puerto es modesto, aunque grande para el tamaño y actividad de la isla: sólo una barra ancha y cuadrada donde amarran los ferris y, a ambos lados, el muelle que recorre toda la extensión del pueblo, como en Symi. No son las únicas coincidencias las casas y la forma general del puerto, también tiene su Torre del Reloj que, junto al hermoso campanario, al borde de los muelles, realzan la belleza de éstos y del pueblo en general. Sobre la colina de Emboriós se alzan tres molinos de viento en desuso con nombres propios.
Desde Rodas hay excursiones en caique y un transbordador en el puerto rodio de Skala Kamirou que comunica las dos islas.
El tamaño de Jalki permite también periplos por la isla a pie. La miel y el souma, un licor típico de más islas, a los que se dedica un festival anual, son sus productos estrella. La actividad se reduce al pastoreo de cabras y ovejas, y a la pesca, sus quehaceres tradicionales. Y ahora el turismo, pues cuenta con suficientes plazas hoteleras y tabernas donde degustar sus pescados y sus asados.
Δωδεκάνησα. Dodecaneso. Οι κοντραμπατζήδες. Los contrabandistas.
Pantalán en el puerto de Emboriós. Halki. |
Aquí lo dejo. Espero que alguno de vosotros tenga la suerte de pasar sus vacaciones en un lugar tan tranquilo y bien servido como Jalki, rodeado de islotes con hermosas playas de arena donde ir en barkula, y tan próximo al mismo tiempo a Rodas, que permite visitar en una sola jornada algo de la isla estrella y capital del archipiélago. O por lo menos darse un pequeño garbeo de un par de días desde Skala Kamirou.
Me despido con una canción de los pescadores de esponjas de Halki. .
Κώστας Κοντός. Δωδεκάνησα. Της Μπαρμπαριάς τα κύματα.
Salud y buenos vientos.
Barbarómiros