Agioi Apostoloi Agosto 2011 |
Todo preparado para una nueva salida, a ver si entran y pescamos túnidos mayores que las humildes sardeles y gavros de cada día, muy sabrosos pero más abundantes y baratos.
Unas palamidas, unos bonitos, unos pelaos gaditanos, tiburoncillos de agua, no de los financieros, de talla XXXL, que nos romperían las redes. A estos se les da caza a lazo cuando se posan en tierra.
Normalmente son aéreos y vuelan varios metros por encima de las olas y de la realidad prosaica de la mayoría de peces, que sólo conocemos un medio, normalmente el marino, aunque algunos también vuelan o hacen footing por el ágora, pero en esos casos raros no se da la anfibolía.
O un medio u otro, nunca los dos como es el caso del tiburón de tiburones del que hablamos.
Suelen llevar con ellos las conocidas rémoras que les escarban los dientes después de las sangrientas comidas, y le limpian la cloaca cada vez que deponen.
Ahora los escualos tienen tanta carnaza a su disposición que las rémoras, que aumentaron geométricamente su número en paralelo a los políticos traidores, no dan abasto, no obstante.
A más crisis más beneficio.
Mientras la Europa de los demócratas que nos representan se mira el ombligo país a país o se vende al mejor postor, el dinero, que no sabe de fronteras incluído el europedo, ya hizo su agosto y no piensa parar.
¡Esto es un chollo!
Salud, geia sas kai couragio, coraje!
Barbarómiros.
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