miércoles, 19 de junio de 2013

¡El verano ya está aquí!


Το κόκκινο καΐκι.  El caique rojo.
Yorgos en la popa, uno de sus hijos en el centro y un colega? en proa del  ΑΡΧΩΝ ΜΙΧΑΗΛ, Arjon Mihail.
Estudiando la superficie del mar para echar el cerco.


Καλημέρα, buen día!


Ya tenemos novedades de los dos barcos, La Maga y El Teach, que actualmente navegan por el Mediterráneo, Μεσόγειος, En medio de la tierra, uno en aguas jónicas del Heptaneso y el otro rumbo a Grecia.
Pero más que de los barcos nos interesan las noticias de las personas, de los amigos, de los que me he ido convirtiendo poco a poco en moska kogonera a base de seguir su ruta aquí y tocar los collons con todo tipo de comentarios en sus cuadernos de bitácora, Navegando por Grecia y Desde la popa.

En el caso de Ana Capsir creo que acerté en mis cálculos, las primeras semanas son de mucho trabajo y fatiga, con poco tiempo de camarote y descanso. Para colmo, llegando sin pilas, se encontró una Grecia cada día más vendida por sus deudas al turismo masivo y tarado de las grandes compañías de alquiler y tente tieso. Yo confío, sin embargo, que todavía queden algunos, más aventureros, que no se avengan a ser tratados como ganado.
Lo trágico es que estos bárbaros de la pasta lo copan todo, desplazan desconsideradamente a los independientes y libres, y les importa un huevo dorado Grecia y su cultura.

Se hizo esperar esta vez Ana y llegué a pensar en alguna avería. Afortunadamente, con la ayuda de una estupenda ristra de ajos, todo lo demás parece que va, si no con viento en popa, por lo menos navegando. Y a propósito de ajos, había hablado yo la semana pasada en la otra Psilicosis de unas ristras que fotografié en Plaka, aprovechando que trataba de Skordalós, un músico cretense, ya que Skordo es ajo en griego, pero la foto de Ana recoge y centra mucho mejor el motivo, la ristra, y es además una señora ristra, no como las mías, repeladas, con cabezas pequeñas y salteadas. ¡Que todo siga bien!

Más preocupados estábamos por Lola y el Capi, después de las noticias de una infección intestinal que los había llevado a Urgencias, noticia que el propio Alberto dejó apuntada como primicia y adelanto en un comentario a la entrada anterior de este blog.
Por fin, después del bacalao, nos ha servido el relato de esa penosa peripecia, penosa pese a los maravillosos parajes por donde ya han fondeado, que quedan bien retratados en las imágenes. Parece que las aguas regresan a sus cauces y, con los retrasos lógicos más algún otro imprevisto, aún cuentan con fuerzas y ánimos para seguir adelante.

Yo les quiero enviar desde tierra unas salvas y, como moska kogonera, decirles que sigo embarcada y continuaré dando la tabarra aunque me caiga algún manotazo o tenga que esconderme en lo más profundo y oscuro de la cloaca del Teach, ahí cerca de la bacteria entérica. Por lo demás, no hay peligro de contagio: ¡Ya sabes, Capi, que las kogoneras zumban pero no pican!

Que tengamos todos un verano lo más entonado que las Moiras nos permitan, poniendo lo necesario de nuestra parte, por supuesto, y ánimo, que vencer lo difícil presta más.

Y pues mencioné a Zanásis Skordalós, ahí os dejo una canción suya, de tema marinero como suelo tener por costumbre en este espacio.

¡Salud y gloria a los bravos navegantes!

Θανάσης Σκορδαλός.  O Psarás.  El pescador.

http://www.youtube.com/watch?v=uDrIRoCkkWI&list=PLC4340E65B77C89DB


P.D. Acabo de leer un comentario de Alberto en la última entrada del otro blog y por lo que veo ha recuperado por completo su humor y sus facultades, ¡ahí le duele, Capi!. Muchos besos.


Barbarómiros

No hay comentarios:

Publicar un comentario